Hoy decido escribirte, aunque posiblemente no puedas leer lo que te escribo porque tus ojos ya no ven como antes, sin embargo, al escribirte tengo la oportunidad de leer lo que te escribo y es una buena ocasión para que escuches todo lo quiero decirte en este día y otros conozcan lo mucho que valoro tu vida.

Quiero que sepas, que los muchos años de vida que llevas en este mundo, es una gran proeza, porque no todas las personas suelen vivir tanto y hacer tanto en la vida. Naciste en el año 1933 en Lima y creciste en Lima, por tanto tú mas que nadie conoce los cambios de esta hermosa ciudad.

Si bien, tu cuerpo cada vez está más cansado y tus movimientos son más lentos, eso no puede hacerte perder la actitud frente a la vida.

No quiero verte sentando, esperando que llegue el día de tu partida, porque envejecer no es sinónimo de enfermedad o de decadencia, envejecer es un tiempo para seguir soñando, para alegrarse de despertar cada mañana agradeciendo a Dios por la vida y por lo maravilloso que es estar acompañado y saber que aún puedes sentir, pensar y comunicarte.

La vida, te ha regalado la oportunidad de vivir muchas experiencias, algunas buenas, otras no tan buenas, pero en general, experiencias que te hicieron crecer como persona y te enseñaron a vivir, a tener más sabiduría de la vida, te enseñó a sembrar y a cosechar lo sembrado.

Este momento que vives, es tu momento, lleno de incertidumbres y sorpresas, es el momento para sorprenderse de los cambios tecnológicos aquellos que alguna vez imaginabas que iban a ocurrir. Recuerdo que un día cuando era niña me dijiste: “llegará el día que levantes el teléfono y verás la cara de quien te llame”, así fue la tecnología avanzó y es posible que aunque no entiendas bien cómo funciona, es un gran cambio para todos los de tu generación.

Hoy es un día más para recordar tus anécdotas, para que nos cuentes como se vivía en los años 40, como te las ingeniabas para pasarla bien con tus hermanos. Tiempos aquellos en el que te sentabas para escribir una carta o que usabas tu máquina de escribir.

Hoy tiene que ser un día para hacer un viaje al pasado y reconocer todo lo que has hecho en tu vida, recordar a tus amigos del Colegio 1003 República de Colombia en Breña, los años 50 en Huaral, tu trabajo en el Centro de Lima, o recordar cuando trabajabas en Chifast, o tus viajes a Pucallpa, a Tacna, tus viajes a Chimbote, a Cajamarca y tantos lugares donde fuiste.

También recordar a tus hermanos, que, pese a que nos están, estan presentes en sus hijos e hijas, sobrinos, nietos y biznietos.

Es un día especial para agradecer a Dios por todo lo que has vivido y volverías a vivir porque tu vida ha sido y seguirá siendo sinónimo de respeto, de valores humanos, de solidaridad, entrega y sencillez.

Si te sientes cansado, que tu cansancio no sea porque te pesan los años, sino porque es necesario que descanses, que disfrutes de la buena música, de ver una buena película, de escuchar el canto de un pajarito, de sonreír de cualquier ocurrencia o simplemente ser feliz por estar vivo.

No te angusties porque sientes que vas perdiendo autoridad o control de tu vida, es posible, que con el paso del tiempo, vayas perdiendo control de tu cuerpo, pero agradece a Dios que aún puedes pensar por ti mismo y tomar decisiones, aún puedes darnos una palabra de ánimo, de esperanza y que, pese a que necesitas mucho, tienes mucho para dar.

Gracias por estar vivo, gracias por enseñarme a vivir y por seguir luchando por la vida.

FELIZ CUMPLEAÑOS OCHENTA Y SEIS, vive la vida y disfruta cada instante.

Tu hija que te quiere